Fortaleza de tono rojizo como la tierra local. Diseño minimalista de gran belleza destinada a integrarse en el entorno.

El bosque entra y se asoma por los cuatro costados fundiéndose con la decoración.

La mesa realizada con un enorme tronco natural y envejecido hasta darle carácter, las sillas de diseño con brazos que aportan elegancia y un estilo sobrio y confortable contrastando lo rústico con lo moderno, el sofá de líneas depuradas y tonos naturales, la mesa de centro réplica antigua con estructura de hierro que aligera el modelo, los cuadros italianos que conectan con el color del cielo y el agua de la piscina, alfombras que dan orden y delimitan los espacios y la lámpara de tronco recogido del mar, con tulipa realizada con hojas de palmeras que aporta un punto funny a la estancia, son los pilares fundamentales para seguir la línea tan impactante de la arquitectura de reducción de esta casa.

Habitaciones vestidas de lino, maderas nobles, alfombras orgánicas y piezas únicas, son las que la determinan.

Encanto, perfección, utilización de materiales naturales y un enclave de ensueño en un precioso bosque de pinos, hacen de esta casa un sueño en nuestra paradisíaca isla.

“El minimalismo no es un estilo, es una actitud, una forma de ser. Es una reacción fundamental contra el ruido, el ruido visual, el desorden, la vulgaridad” así lo escribió el diseñador italiano, Massimo Vignelli, y así lo llevamos a cabo en nuestro trabajo cuando planteamos una decoración: menos es siempre más.